martes, 24 de mayo de 2011

Soledad Patrona de Cantillana



La Santísima Virgen de la Soledad es una bellísima imagen de candelero y de tamaño natural. De autor desconocido y de principios del siglo XVI, puede considerarse una de las dolorosas mas antiguas de las que procesionan en Andalucía, es una talla de solemne frontalidad y regia figura, de marcado carácter arcaizante, los grandes ojos nos indica su vinculación con el goticismo tardío de la Sevilla del siglo XVI, se aleja rotundamente del dramatismo barroco y se acerca a la ptetendida monumentalidad y serenidad del primer renacimiento, posteriormente ha sufrido varias restauraciones para adaptarla a los gustos de la época, así en el periodo barroco es reformada para ponerle ojos de cristal y pelo natural; Estas restauraciones hacen complejo su estudio pero se a relacionado con sus analogas Soledad de Alcala del Rio y de San Lorenzo. Posee ojos de cristal y pestañas postizas, las manos fueron talladas por Sebastián Santos Rojas en los años sesenta del siglo XX, posteriormente en Diciembre de 1993 fue restaurada por D. Francisco Ayala.
Esta imagen de acusado hieratismo ha motivado la devoción de los Cantillaneros desde hace cinco siglos, siendo considerada desde entonces como abogada y patrona de la Villa, a ella han acudido siempre los cantillaneros en los momentos mas difíciles; presenta la iconografía habitual en este tipo de imágenes.
Como toda imagen de vestir, la forma de ser vestida ha influido en la estética de la imagen a lo largo de los años, adquiriendo un notable ajuar con el paso del tiempo, de entre todas las piezas destaca el riquísimo manto de salida realizado en terciopelo negro bordado en oro por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1898, la saya de las hermanas Atunez, la corona de Palomino y otras muchas piezas, algunas desaparecidas como la antigua saya de Acantos o el palio antiguo con sus letras y crestería de plata. El viernes Santo, en su paso de palio recorre las calles de su pueblo acompañada del fervor de sus hijos.
diariamente cientos de Cantillaneros suben a la ermita para visitar y rezar a la virgen que es su patrona desde hace siglos siendo reconocida oficialmente en 1919 por la autoridad eclesiástica, igualmente posee la medalla de oro de la villa de Cantillana desde el 1 de mayo de 1996 y desde el 17 de Diciembre de 2005 el titulo de Alcaldesa Mayor perpetua de todos los Cantillaneros.

Nuestra Señora de Belen de Pilas

















Imágenes titulares y Cultos

IMÁGENES TITULARESJunto al Apóstol Santiago y a la imagen
de un Cristo crucificado o “de la sangre”, muy pronto comienza a imponerse claramente la devoción en Pilas a la Virgen de Belén. Su patronazgo sobre los habitantes de la Villa es un hecho aceptado y vivido con gran fervor, hasta el punto que el nombre de esta advocación suplantó al de Santiago en el apelativo popular de la Ermita e, incluso, al nombre de la misma Cofradía de la Vera-Cruz, que pasó a ser conocida como Cofradía de Nuestra Señora de Belén. Así, el cura don Miguel Gómez García aclara en 1785 que esta población "tiene sólo una ermita con el nombre y título de Santiago el Mayor. Y más la llaman de Belén, por tener una imagen de este título que preside, muy hermosa y de mucha devoción y en todo tiempo según estamos".
Se desconoce la autoría de esta imagen y también su datación. Las menciones más antiguas las encontramos en algunas mandas testamentarias del siglo XVII, como es el caso de doña Beatriz Mejías, abuela de la mujer del pintor Bartolomé Esteban Murillo, quien dejó estipulado en 1638 que se dijeran “dos misas rezadas a la Madre de Dios de Belén en su capilla”; también el de Ana de Avilés, que en 1645 pedía una misa rezada “al santo Cristo de Belén, y una misa cantada a la Virgen de Belén”; o el de Juan Garrido Torrecillas en 1657, quien declaraba deber ocho reales de plata “al hermano mayor de la Cofradía de Ntra. Sra. de Belén de esta villa, que se me dio para comprar un poco de tafetán para poner a las espaldas de la santa Imagen”; o, por último, el de Juana Garrido pidiendo en 1675 “una misa rezada al santísimo Cristo de la Sangre” y otra “misa rezada a Nuestra Señora de Belén en su Ermita”.
Desde fechas tempranas se ofrecían donaciones por los fieles, con lo que se engrandeció el patrimonio de la Hermandad. Así, según un documento parroquial fechado en 1714, don Fernando de Medina y Mendoza y su mujer doña Teresa Luisa de Montiel, miembros de la nobleza sevillana, dejaron fundada una memoria a cuenta de unos terrenos de su propiedad para que se rezaran cincuenta misas "en la ermita de Nra. Sra. de Belén de esta villa" y, en el caso de que no puedan rezarse dichas misas, con el total de las rentas "elijan con todo hacer una alhaja que más se necesitare para la Imagen". En 1753 un miembro de la familia más influyente de la localidad, Francisco José de Resinas, dejaba en su testamento “cien reales de vellón para ayuda a platear las varas del paso en que sale a la calle las festividades de Nra. Sra.”. En 1766 el vecino Manuel Rodríguez Perejón dejaba ordenado en su testamento que “se dé de limosna por una vez veinte reales de vellón para ayuda a hacer la campana de Belén de la Ermita de esta villa”.
Del mismo carácter, en 1795 el vecino Pedro Benítez hacía donación de un becerro para que se aplicase el dinero de su venta al culto de la imagen de San Antonio de Padua que hay en la Ermita, lo que fue recogido en el libro de actas con arreglo a que “habiendo los susodichos visto que en el día no tiene la Imagen de dicho Santo andas para salir en la función del Corpus Christi, acordaron se hiciesen unas aseadas y no de mucho costo con respecto a dicha limosna y que éstas se doren habiendo sobrante; y pues la Imagen tiene unos ojos bastantemente irregulares y por tanto acordaron igualmente se mande a Sevilla a Maestros Facultativos para que le ponga unos y que igualmente resane algunos otros esconchados”.

CULTOSOriginalmente la Hermandad de la Vera-Cruz organizaba cinco fiestas al año, cada una con su sermón: Santa cruz de Mayo, Asunción, Encarnación, Pascua de Navidad y Jueves Santo, día en el que hace Estación de Penitencia, casi siempre a la hora de Oraciones, después del Sermón de la Cruz y previa reunión el Domingo de Lázaro del Cabildo de Salida. La exaltación de la Santa Cruz ya se conmemoraba desde muy antiguo. En 1773 se advierte "que en el día en que haga esta Hermandad la función acostumbrada a la SSma. Cruz, como Patrona de ella, todos los Hermanos han de asistir a la Víspera y misa Cantada del día Siguiente, como lo ha tenido de costumbre". En su festividad se celebraban tradicionales cultos y feria, siendo de mucho arraigo la devoción a la Santa Cruz en la localidad, como se observa en el aprecio que siempre se tuvo a la antigua Cruz del Humilladero, sobre la que se decía ya en 1635 que sirve “para que preste con más de servicio y veneración la santa insignia de la Vera-Cruz”.
Sobre los cultos que ofrecía la Hermandad, resulta muy interesante la respuesta que en 1681 daba el párroco don Francisco de Silva Govea a la pretensión del ya mencionado don Fernando de Medina y Mendoza de que se dijera una segunda misa en la Ermita los domingos para uso exclusivo de su familia: “...que en la capilla que refiere la petición se dice misa al romper el alba por limosna que un devoto pide por todo el lugar, para lo cual se toca la campana tres veces para que los pobres y los que quisieran oigan misa los Domingos y fiestas de guardar... y tocando a segunda misa no queda persona alguna.... demás de que en las festividades de los meses del Rosario y del Santísimo Sacramento que hay procesión no se halla persona que acompañe por ser como es esta villa de corta vecindad”. Dicha misa celebrada los Domingos al romper el alba se ha mantenido hasta hoy día.
No obstante, pocos años después se informa que la Capilla no disponía de los útiles litúrgicos mínimos para realizar los cultos. En 1688 el visitador general del arzobispado, don Diego de Vergara y Gallardo, solicita al párroco don Juan Antonio de Medina que comunique "a las personas a cuyo cargo está el cuidado de la Capilla del Sr. Santiago y al hermano mayor de la Cofradía de la Sta. Vera-Cruz sita en dicha Capilla" mandamiento para que "no permita se celebre el Sto. Sacrificio de la misa en ella en ningún día de fiesta ni de trabajo del año hasta tener Cáliz, Patena, Ara, Albas y Ornamentos de los colores necesarios para dicho efecto y, habiéndolos, el dicho Cura dé cuenta de ello al Arzobispo mi Sr. para que asigne las horas en que se ha de celebrar misa en dicha Capilla". El mandato también deja encargado que "en el ínterin se preste por dicho término un ara y cáliz de esta Iglesia". Para subsanar estas carencias, consta que en 1689 el cura don Simón Monso donó a la Ermita un cáliz y una patena, en vista de los requisitos para el culto que exigía el visitador.
Además de las misas, entre otros menesteres la Hermandad estaba al cuidado de la entrega de dotes a doncellas, de dar limosnas a los pobres y, especialmente, de atender a enfermos o necesitados. La Hermandad contaba con un Hospital propio llamado de la Santísima Trinidad o de la Sangre, que aparece reseñado como "hospital para mendigos" en las respuestas que ofrecía en 1785 el cura don Miguel Gómez en la encuesta de Tomás López. De este centro hospitalario se conserva un azulejo en la sacristía con fecha de 1782.
La Hermandad ha procurado desde siempre guardar el tesoro de la fe católica y caridad de sus fundadores, acrecentarlo y enriquecerlo para transmitirlo a las generaciones venideras, y todo ello con el deseo de honrar a la madre de Dios de Belén como Patrona, Abogada y Protectora de la Villa de Pilas. Siempre ha profesado una singular devoción al misterio de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, haciendo voto desde muy antiguo de tenerlo, creerlo y confesarlo. El día 2 de Febrero, festividad de la Purificación de la Virgen y presentación de Jesús en el Templo dedicada a la Santísima Virgen de Belén (Fiesta de las Candelas o Candelaria), se celebraba con gran júbilo en todo el pueblo, haciendo grandes hogueras en las plazas y colocándose antorchas en las puertas y ventanas al anochecer. Actualmente, la conmemoración se reduce a la fiesta litúrgica.

jueves, 12 de mayo de 2011

Preparada para el Mes de Maria



Flor divina de pureza
del cielo flor sagrada
Dios codicia tu Belleza
por ser Inmaculada

El Mes de María en Villanueva del Ariscal, es un mes cargado de amor y alegría hacia nuestra queridisima Patrona la Inmaculada Concepción

Semana Santa en el Ariscal





La antigua “Hermandad de la Santa Vera Cruz y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”, título que se conserva en el Libro de Reglas escrito el doce de mayo de mil setecientos cincuenta y dos, fue el germen para que un grupo de jóvenes reorganizaran y revitalizaran, en septiembre de mil novecientos ochenta y uno, esta Hermandad y Cofradía de Nazarenos.

Casi todo lo que queda documentado de su historia antigua está reflejado en dicho libro y a él vamos a circunscribirnos ahora. Consta de veintitrés capítulos y entre otros puntos interesantes, cabe destacar lo siguiente:

Se juzga su fundación en el Siglo XIV de nuestra Redención, situándola en la Iglesia Parroquial de la Villa de Villanueva del Ariscal, del Priorato del Real Convento de San Marcos de León, de la Orden de Santiago; conjeturando la aprobación de su Antigua Regla en el “Reinado en España del invicto Emperador Carlos V”.

En el juramento de nuevos hermanos que se verificaba en 1752 dice “... juro a Dios y a una Cruz defender el misterio purísimo de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora...”; lo que viene a reforzar el profundo arraigo, amor y devoción, en esta tierra, al Dogma que fue proclamado muchísimos años después.

Esta Hermandad realizaba su Procesión Penitencial el Jueves Santo, llevando como era habitual en aquel tiempo, hermanos de sangre y hermanos de luz, estableciendo la procesión el siguiente orden: primero la campanilla, seguida de la Manguilla, el Estandarte Verde, la Cruz, el paso del Crucificado, un palio de respeto, un Simpecado, la Cruz Parroquial y ciriales y, por último, el paso de Nuestra Señora, acompañada por el Clero, Preste y Autoridades locales. Los hermanos vestían túnicas blancas y capuces romos “procurando llevar en el pecho una Cruz verde bordada como mejor puedan”.

Los historiadores opinan que la Imagen Fundacional del Crucificado es la talla de estilo gótico que se encuentra, actualmente, en la Parroquia de Santa María de las Nieves, pero de ello, no existe documentación que lo pruebe.

Durante su época de esplendor dispuso de Hospital propio, que estuvo ubicado en el lugar que ocupa en la actualidad el Mercado de Abastos y el Ayuntamiento.

Aparte del documento histórico inicialmente aludido apenas hay nada, ni de antes ni de después de esa fecha, que se conserva, y sólo quedan en los archivos de la Hermandad, algunas actas y documentos hallados estos últimos años en domicilios particulares e incluso en Bodegas de este pueblo. Pobre legado histórico el que nos ha llegado para tantos siglos de existencia.

Fue alternando momentos de brillantez con años de decadencia, hasta que realizó su última Procesión Penitencial el año 1931. Los acontecimientos sociopolíticos que marcaron el devenir histórico de nuestra nación en esos años, hace que la Hermandad se mantuviera celebrando únicamente los Cultos internos, sin perder su identidad a pesar de haber estado cincuenta años sin salir. Sirva como dato que la túnica nazarena era idéntica a la actual.

La reorganización como Hermandad tuvo lugar a partir de septiembre de 1981, ya que un grupo de jóvenes quisieron, no faltar más, en este pueblo de tradición religiosa, la Conmemoración y Celebración de la Pasión y Muerte de Ntro. Señor Jesucristo. La primera salida penitencial en esta etapa tuvo lugar el Viernes de Dolores, dos de abril de 1982, y ha seguido efectuándose cada año hasta hoy.

Las Reglas actuales son del año 1990, siendo aprobadas en enero de 1991.

Por lo que toca a las Sagradas Imágenes, son ambas de autor desconocido estimándose la data del Crucificado en el siglo XVIII, y la de la Stma. Virgen, en el siglo XVIII. Estudios de varios escultores atribuyen esta Imagen de Nuestra Señora a Montes de Oca, la cual fue restaurada en el año 2000 por el escultor D. Francisco Limón Parra.

Actualmente salen dos pasos, el primero porta al Crucificado de la Vera Cruz, y el segundo, bajo palio, la Imagen de María Stma. De los Dolores, asistiendo desde el año 1982 a la procesión del Corpus Cristhi.

La Hermandad está establecida desde sus inicios en la Iglesia Parroquial de Sana María de las Nieves de Villanueva del Ariscal.

En febrero de 1986 adquirió un local, destinado para Casa de Hermandad, en la calle Tomás de Silva nº 7 de nuestra localidad, de aproximadamente 280 metros cuadrados.