Este hermoso escrito lo he encontrao en el magnifico Blog de mi vecina Manolita, ella cuenta su experiencia sobre la Sabatina del Grupo Joven de la Hdad de la Pureza.
http://diariodemanolita.blogspot.com.es/search?updated-max=2012-05-27T22:18:00%2B02:00&max-results=7
LOS NUEVOS SARMIENTOS, LE LLAMARÍA YO
Hay muchas buenas gentes por el mundo…
Hace unos ochos meses que vivo en un pueblo sevillano, en el Aljarafe, y tengo aquí familia.
En
los pueblos suelen venir los panaderos por la mañana, pitan y salen
varias vecinas a comprar. Yo suelo salir y el primer día les ofrecí mi
casa; ya tengo nuevas amistades. Sobre todo hay una que tiene la gracia a
esportones y hemos hecho muy buena amistad. Son un matrimonio con tres
hijos varones. Ayer, gracias a ellos, pasamos un rato inesperado. Me
llaman abuela y a mi hijo… el niño de la abuela.
Un
día me dijo que el día cuatro salía una «cruz de mayo» de la ermita de
la Virgen Inmaculada y su hijo y un compañero de quince años son los
capataces Otro hijo de doce años sale de costalero; me gustaría que
vinieran ustedes a verlo. Yo aún no conocía la iglesia porque me coge
muy lejos y no puedo ir andando, pero el marido tiene un coche todo
terreno y me dijo que si me podía subir nos llevaba. El día cuatro
quedamos arreglados sobre las siete y vinieron a recogernos. El día
estaba muy inseguro, más bien para llover, pero por suerte no llovió.
Fuimos
en el coche hasta la misma ermita, vimos salir el paso - que es
bastante grande – y los chavales eran de diez a quince años. Llevaban
una buena banda de música y había que ver con qué arte lo llevaban. Uno
de los más chicos no paraba de hablar cuando el capataz les decía
«adelante, despacio»; se le oía decir… «Sí, sí, despacio que no tenemos
prisa». A la hora del relevo dijo que él no se salía porque iba de
promesa. Cuando salieron nos fuimos en el coche a la otra plaza a la que
iban, que es donde se encuentra la parroquia. Allí volvieron el paso
hacia la puerta principal. Para entrar había escalones y me dijo Joaquín
que me agarrase a su brazo, que íbamos a entrar. ¡Con las ganas que yo
tenía de conocer la iglesia! Nunca pensé que iba a disfrutar tanto. En
el altar mayor aún estaba la Inmaculada porque la dejan hasta que
celebran las primeras comuniones y luego la trasladan a su ermita.
Entraron todos los costaleros y los capataces y una señora que estaba en
el altar dijo unas palabras y se cantó «Con flores a María» y «Salve
Madre». Disfruté muchísimo. La iglesia es muy grande es muy bonita y
estaba todo muy limpio… la verdad es que pasé un rato inolvidable.
Terminado
el acto nos fuimos otra vez a la ermita para verla entrar. Estaba todo
muy bien organizado pero el tiempo no ayudó. Había un escenario montado
con música para bailar sevillanas, refrescos y bocadillos para los niños
y el sorteo de una maquinita que le tocó, por lo visto, al más chico.
Nos vinimos.
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